Control, es lo único que necesito, sólo eso para salir de esta maldita espiral. Pero en mi cabeza todo se agolpa y me hace estar hecha un lío.
Un atracón: por dios, deja de comer.
Bien ahora solo 500 cal. al día...
Ufff es mucho, mejor sólo un poco de verduras...
No, mejor intenta no comer nada en el día, máximo un café o té...
Llega mi madre: te espero para comer *horror* pasta, tortilla de patatas, carne...
Y caigo en la espiral otra vez.
Fingiendo estar alegre, a quien pretendo engañar? En mi interior sé que lo único que hay es tristeza, tan grande que temo que salga afuera. Sonrío... bien, todos piensan que todo va bien, nadie preguntará qué es lo que te pasa, tan sólo con ponerme esa máscara.
Sólo aquí puedo desahogarme, decir lo que realmente pienso, como soy en verdad. Nunca he querido que nadie sepa como soy realmente, porque nadie nunca lo va a entender, así que para qué?
Me siento tan mal últimamente, siempre digo que mañana será mejor, pero es igual, otro maldito día que se repite... Sólo quiero llorar, pero ni las lágrimas me salen.
No quiero comer mañana, ni al otro, ni al siguiente... Pero mañana seguramente acabe comiendo fuera o con mi madre... al siguiente cena con amigos... al otro...
Por eso todo me resulta tan frustrante.
Pero quiero intentarlo una vez más. De qué manera evitaré mañana la comida? No lo sé... pero supongo que si lo logro estaré un poco menos triste que hoy.
Desde hace días no puedo pesarme porque no tengo ninguna báscula a mano y estoy desesperada. Y la cinta métrica no quiero ni tocarla, porque me aterra ver los números alrededor de mi cintura, mis muslos...
Y me pregunto: cuando logre mis metas, estaré feliz? Tampoco lo sé, pero de seguro más que hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario